Si existe un tratamiento en las clínicas estéticas que está totalmente en auge, estos son los aumentos de labios. Bien sea porque existe una asimetría o porque queremos un mayor volumen, inyectar ácido hialurónico en la zona se ha popularizado y son muchas las personas que recurren a hacérselo.
A la hora de realizarlo, es importante que un profesional realice una valoración, además de seguir sus consejos. En muchas ocasiones, en la mesura se encuentra la clave, también respetando las recomendaciones y los plazos. ¿Qué debemos de hacer para no pasarnos? La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic; la doctora Mar Mira, médico estético y codirectora de la Clínica Mira + Cueto y la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga en la Clínica Pilar de Frutos nos explican en qué consiste este tratamiento tan popular.
Razones por las que se realiza un aumento de labios
Para la doctora Elena Martínez Lorenzo el momento en el que realizarse un aumento de labios viene de la mano de que «exista una asimetría o que por estética queremos dar más volumen a nuestros labios o por darles una forma diferente». Para la experta, «cuando tenemos los labios deshidratados , el ácido hialurónico capta el agua que tenemos en la piel y, por tanto, ayuda a retener agua mejorando la hidratación».
En el caso de la doctora Elena Jiménez, menciona que «es uno de los procedimientos estéticos que más nos solicitan en la consulta». Añade que «la técnica ha variado a lo largo de los años y, actualmente, conseguimos resultados muy adaptados a cada paciente y sobre todo muy naturales».
La profesional menciona la importancia de que nos dejemos a sesorar por un profesional, «estudiando las expectativas del paciente. Tener unos labios naturales es un acierto hoy en día».
La doctora Mar Mira profundiza en el procedimiento y destaca que «la mayoría de niñas jóvenes que entran en consulta, más de un 50%, están interesadas en tener labios más voluminosos, está de moda». La profesional destaca también la personalización del tratamiento para que, las personas que se someten a él, « nunca pierdan la armonía ni integración global. Desde nuestra perspectiva y experiencia médica y expertise, los labios deben estar integrados en la globalidad del rostro y hay que valorar cada labio en particular, tanto en reposo, como en el conjunto facial y en su dinámica». Mira, una de los médicos estéticos más reconocidas de España, considera que «cada vemos a más chicas jóvenes con labios voluminosos y no todas las bocas son armónicas. Según nuestro criterio, si no hay armonía, no hay belleza».
Las razones por las que optar por este tipo de procedimiento son variadas, pero, como indica la doctora Jiménez, «cada persona que decide realizarse un aumento de labios, lo hace basándose en una elección personal que puede fundamentarse en diferentes aspectos, tanto personales como de tendencia o moda». Otra de las posibles opciones, detalla la profesional es «recuperar el volumen que ha disminuido con el envejecimiento , tanto por la pérdida de colágeno y elastina, como por la disminución de grasa».
Algo en lo que coinciden en Mira + Cueto, explicando la doctora Mira que «hay que señalar que los labios con el tiempo se afinan, pierden hidratación y están menos proyectados y definidos». Otras causas para contemplar el aumento son la aparición de « arrugas finas en la mucosa labial por deshidratación y adelgazamiento de labio. En la zona de labio blanco (parte del labio desde la base de la nariz hasta el borde labial) aparecen arrugas que es lo que llamamos código de barras y alteraciones de la pigmentación por fotoenvejecimiento».
Valoración de un profesional
La ayuda y asesoramiento de profesionales son esenciales en cualquier procedimiento estético. A la hora de analizar un aumento de labios, la doctora Martínez Lorenzo considera que se «valora el volumen del que partimos y las posibles asimetrías. Además de la proyección del labio en relación con la nariz y al mentón».
A la hora de valorarlo un profesional, prosigue la doctora Mar Mira «debemos enfocarnos en cómo hemos tenido nuestro labio antes, no pensar en un labio que no hemos tenido nunca. Con el ácido hialurónico podemos definir el perfil labial, proyectar el labio, aumentar volumen o, simplemente, hidratar quedando muy naturales».
Para la doctora Elena Jiménez, los puntos de valoración en un aumento son «la forma de los labios, las proporciones entre labio superior e inferior, la relación entre la boca y el resto de la cara y la simetría entre los dos lados del mismo labio». Añade la experta que también entran en juego «la estructura facial y, en especial, la posición de los dientes y de la zona ósea inmediatamente cercana a los labios». Jiménez también cree que es importante «la valoración directa de las expectativas del paciente y, en función a ellas, ver las diferentes opciones de tratamiento».
Para Mar Mira también existen otro tipo de tratamientos que no afectan a la naturalidad del labio y que mejoran su aspecto. Estos serían «la luz pulsada intensa para tratar las alteraciones de la pigmentación por fotodaño, el láser fraccionado Pixel para arrugas de código de barras, la micropunción con dispositivos de microagujas para estimular colágeno y tratar alteraciones pigmentarias, peelings químicos para tratar el melasma del labio y blanco y exfoliar, renovar e hidratar el labio».
Camila Morrone / instagram
Evitar el exceso
Existe un dicho que dice «en el punto medio está la virtud» y esto se puede aplicar también en los tratamientos de medicina estética. ¿Qué es lo que debemos de hacer para no pasarnos? La doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira + Cueto, cree que «lo ideal para no pasarse es acudir a un profesional que realmente valore la integración de los labios en la globalidad del rostro y adapte el o los tratamientos específicos a cada labio».
En el caso de la doctora Martínez Lorenzo es fundamental «seguir los consejos del profesional sanitario del que te pongas en manos. Por otro lado, es importante tener en cuenta que en medicina nada es 100% seguro y que el dar más volumen, debe valorarse cuando hay pérdida de volumen. No hay que obsesionarse con que el ácido se reabsorbe en un año y de forma periódica acudir al médico de año en año para poner más».
Por último, la doctora Elena Jiménez cree que es importante que se sigan algunas pautas antes del tratamiento. Estas serían «valorar con el paciente la armonía facial para determinar un resultado natural, hacer varias sesiones para ver la evolución del aumento y el comportamiento de los tejidos». También considera que es importante «saber que con los meses la evolución permitirá más volumen con un aspecto natural y que no se debe acelerar este tratamiento si queremos volúmenes altos». Por último, cree que por parte del profesional es esencial «tener una técnica de inyección muy cuidadosa para evitar hematomas o rellenos muy superficiales que se puede vislumbrar a través de la piel».
¿Cuándo tiene que decidir un profesional con el paciente que es el momento de parar o seguir? La doctora Martínez Lorenzo considera que tiene que ser « cuando el ácido ha migrado, ese es uno de los momentos de parar para disolver el ácido y rehacerlos de nuevo si así se desea».
En el caso de la doctora Jiménez, destaca que hay dos momentos clave para espaciar o ralentizar el tratamiento. «Al principio, cuando tenemos los primeros resultados, el paciente suele querer acelerar el proceso y es el momento de dejar a los tejidos evolucionar para que pasados unos meses podamos aportar más volumen». El otro motivo sería «si las proporciones comienzan a ser poco armónicas o se observa una huella estética muy marcada y claramente reveladora de un tratamiento exagerado».
Renovación del relleno
Como han indicado las expertas, la renovación del ácido hialurónico depende de varios factores y no es una ciencia exacta. La doctora Mar Mira destaca que «el material que se inyecta es ácido hialurónico que aporta volumen e hidratación. Tiene que tener unas características concretas según la valoración médica de cada labio y el objetivo a conseguir. Debe ser de una reticulación intermedia y cohesión y elasticidad media, que se integre bien, porque el labio está en continuo movimiento».
La profesional añade que «la duración depende de la cantidad que se inyecte, el tipo de labio y del movimiento que tiene. Habría que hacer una revisión/retoque al mes del tratamiento y suele volver a realizarse el tratamiento cada dos años».
La doctora Jiménez explica que «los rellenos hechos con ácido hialurónico no son permanentes. Hoy sabemos que siempre queda un resto del producto en la zona tratada y, además, se asocia a una activación del propio colágeno». La profesional considera que «los factores propios de cada paciente, el estilo de vida más o menos nocturno, la dieta, la exposición solar o el tabaco son factores que modifican la duración del ácido hialurónico en el cuerpo».
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Corregir un exceso de ácido hialurónico
¿Qué ocurre si nos hemos pasado con el ácido hialurónico? La doctora Elena Martínez Lorenzo menciona que existe «la hialuronidasa, que es una enzima que rompe las unidades de disacáridos de ácido hialurónico. Esto, por tanto, lo disuelve». Otra opción, menciona la doctora Elena Jiménez es «esperar un tiempo y que sea un proceso natural de disminución paulatina». Para la profesional «es importante elegir un médico con experiencia y con un enfoque armónico de los resultados», afirmando que «la máxima menos es más es muy importante, así como esperar el tiempo necesario en las diferentes fases del aumento».
En el caso de la Clínica Mira + Cueto, la doctora Mar Mira destaca que «se establece un mapeo facial aplicando hialuronidasa». Explica que «en este mapeo no todas las zonas son igualmente tratadas, ya que depende de sus características anatómicas. En el tratamiento se aplican diferentes variables de diluciones y cantidades por las zonas conflictivas para recuperar así la naturalidad del rostro». Posteriormente, prosigue que «se realiza en plan de tratamiento que puede incluir un drenaje facial, y analizando su evolución, se establecen las pautas de los protocolos posteriores». La doctora concluye explicando que «los pacientes empiezan a verse realmente rejuvenecidos, sin perder su esencia y transmitiendo esas emociones positivas propias de un verdadero rejuvenecimiento».
FUENTE: MujerHoy