El síndrome del colon irritable es una patología de carácter digestivo que no cuenta con una cura definida en la actualidad. Si bien existen estrategias para mejorar el manejo, no se conoce un fármaco que sea capaz de hacer que la enfermedad remita para incrementar por completo el bienestar del paciente. Por este motivo, bastará con lograr un control de los síntomas.
Hay que tener en cuenta que el colon irritable puede llegar a condicionar de manera determinante la dieta. Esto puede resultar problemático durante el embarazo, ya que los requerimientos nutricionales se encuentran aumentados. Será preciso asegurar un aporte mínimo para conseguir que el feto se desarrolle de forma óptima.
Molestias derivadas del colon irritable
En el embarazo es frecuente experimentar problemas de tipo intestinal. En esta etapa se suele producir una variación de los hábitos que se puede cursar con diarreas o con estreñimientos. Un incremento de los gases tampoco es extraño. Sin embargo, cuando existe el síndrome del colon irritable, todos estos síntomas pueden magnificarse y generar una sensación de incomodidad constante.
De todos modos, hay que destacar que esta patología no afecta para nada a la salud del feto. Su aparición, solo generará problemas en el bienestar de la madre. Siempre y cuando consiga plantearse una dieta adecuada, el bebé se desarrollará sin problemas. No obstante, sí podría existir un mayor riesgo de que este cuente con un bajo peso al nacer, aunque las evidencias aún no son sólidas al respecto.
Claves dietéticas para tratar el colon irritable durante el embarazo
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el manejo del colon irritable cuenta con un carácter individual. Los síntomas pueden diferir entre unas mujeres y otras, por lo que habrá que ajustarse a cada caso particular para asegurar el éxito. Veamos los diferentes casos.
Evitar alimentos y bebidas irritantes
Si lo más frecuente son los episodios de diarrea, será importante evitar todos aquellos alimentos o bebidas que cuenten con un carácter irritante o que puedan estimular el intestino. Un ejemplo serían los condimentos picantes. Además, el té y el café también pueden resultar negativos en estas situaciones.
Aumentar el aporte de fibra
Si, por el contrario, la tendencia es hacia el estreñimiento, será determinante aumentar el aporte de fibra. Esta sustancia se ha demostrado que es capaz de incrementar el volumen del bolo fecal, lo que genera una motilidad más eficiente. Por su parte, los mecanorreceptores del tubo se ven estimulados en mayor medida y provocan movimientos peristálticos intensos.
Tener cuidados con los lácteos y el gluten
Hay que tener también en cuenta que algunas mujeres que han desarrollado colon irritable presentan malestar tras el consumo de lácteos o de alimentos con gluten. En estos casos, puede llegar a ser preciso restringir ciertos cereales, así como el aporte de lactosa, para conseguir controlar de forma óptima la patología. De todos modos, no siempre sucede esto.
Consumir cantidades moderadas de alimento
Además, será siempre positivo consumir cantidades moderadas de alimento, masticar bien cada bocado y comer siempre a la misma hora, en la medida de lo posible. De este modo, la digestión posterior será sencilla, lo que reducirá las posibles molestias y la formación de gas.
Probióticos para mejorar el manejo de la patología
En los últimos años, se ha propuesto la necesidad de suplementar con probióticos para reducir la sintomatología del síndrome del colon irritable. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nutrients, son varias cepas de bacterias que pueden causar un beneficio, siempre y cuando la administración se plantee durante al menos 8 semanas.
Lo cierto es que, por medio de estos compuestos, se consigue incrementar la diversidad de la microbiota intestinal. A partir de aquí, se generará una mayor cantidad de elementos antiinflamatorios, lo que puede repercutir positivamente sobre el control de la sintomatología.
El síndrome del colon irritable no es peligroso durante el embarazo
Como has visto, padecer el síndrome del colon irritable no resulta peligroso para el feto durante el embarazo. Ahora bien, puede generar molestias en la madre y condicionar su alimentación. Es fundamental asegurarse de que no existirá un déficit de nutrientes esenciales para que el bebé pueda desarrollarse de forma óptima.
Si tienes dudas acerca de cómo plantear la pauta dietética en casos de colon irritable, lo mejor es que consultes con un especialista en nutrición. Este podrá desarrollar un plan adecuado para cada caso, con la suplementación necesaria para lograr una remisión o un control de los síntomas.
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