Ha llegado el momento de hablar de ello abiertamente: tengo la piel apagada. Algo que (a veces) me deprime. Y aunque siempre le había echado la culpa al tono de mi piel, tirando a pálido y acompañado de ojeras, rojeces y algunas manchas, es cierto que hay mucho de cosmética detrás del rostro luminoso y radiante de las influencers de belleza a las que envidia sanamente a diario.
Puede que aún no haya encontrado mi rutina perfecta, (el activo que más luz ha llegado a dar a mi tez ha sido la vitamina C), pero lo que tengo claro es que nunca me había me había visto la piel tan luminosa hasta que probé este tratamiento facial con retinol.
Eso sí, no se trata de un protocolo cualquiera. Concretamente hablo de Hydrafacial, el tratamiento facial número uno en Estados Unidos que se hacen las famosas y que cuenta con varias versiones según la necesidad, ya que se puede personalizar.
En mi caso he tenido la gran suerte de probar el de retinol que ha creado el prestigioso doctor Murad, dermatólogo, farmacéutico y una autoridad mundial en skincare. Para hacernos una idea, lleva 34 años dedicado al cuidado de la piel y es reconocido en todo el mundo por sus innovaciones científicas y por ser el dermatólogo de las celebrities de Beverly Hills.
En qué consiste el tratamiento con retinol de Hydrafacial
El tratamiento completo se compone de seis pasos que tienen como protagonistas seis boosters que se van introduciendo en la epidermis a través de unos cabezales patentados por la marca. Yo he probado el de retinol del Dr. Murad, pero hay otros protocolos creados en colaboración con otras marcas como Omorovicza o Skinceuticals, e incluso con celebrities como Jennifer López.
Lo mejor de este protocolo es que no es invasivo, es decir, la piel no se irrita ni se da un proceso de descamación de la piel (a pesar de tener una parte de exfoliación). Esto es porque el movimiento que realizan los cabezales son succiones que directamente limpian la suciedad que expulsa la piel mientras se distribuye el contenido de cada tubo.
Así es el cabezal de Hydrafacial que limpia a la vez que introduce los activos de los booster. / cortesía hydrafacial
Mi experiencia
No voy a mentir. Al principio me muestro un poco reticente a la hora de escuchar la palabra retinol por si me irrita la piel (la tengo algo sensible). Todo ello a pesar de lo que el propio doctor Howard Murad adelanta: «después de años de investigación y desarrollo, me enorgullece decir que tenemos un retinol para todo tipo de piel –Retinol Tri-Active Technology-, que no produce sensibilidad, irritación, enrojecimiento ni sequedad».
Esther, la experta que me va a acompañar durante el protocolo me tranquiliza a los pocos segundos de expresarle mi preocupación. Me asegura que como mucho tendré un leve enrojecimiento que se aliviará en cuanto salga por la puerta. Confirmo que así fue.
Hydrafacial con retinol, paso a paso
Pero empecemos por el principio. Para comenzar, la experta me realiza una breve limpieza facial para dar paso a una exfoliación física a través de cabezal mencionado anteriormente, que elimina las células muertas mientras se aplica sérum de glucosamina, ácido láctico y extracto de alga para calmar y suavizar la piel, dejándola lista para el peeling.
Como segundo paso, una exfoliación química, que se realiza con otro cabezal que succiona y aporta a la piel una combinación de ácido glicólico y ácido salicílico, a una concentración de 7.5% de glicólico y 2% de salicílico. Esther me cuenta que me ha puesto la concentración más mínima para que no me de reacción. En este paso siento un picor bastante agudo pero tolerable que en pocos minutos se pasa.
En el paso tres se realiza la extracción de impurezas, especialmente de la zona T (frente, nariz y mentón) que es dónde más grasa y puntos negros acumulamos en los poros. El booster de este paso es de ácido salicílico, antioxidantes y extracto de miel para hidratar la piel y poner fin al picor que se siente en el anterior paso.
Por fin para el cuarto paso llega el turno del retinol, el protagonista del tratamiento que el Dr. Murad ha traído a través de una tecnología patentada llamada Retinol Tri-Active Technology, que proporcionan una rápida renovación de la piel. Tiene hasta siete ingredientes y entre algunos de sus beneficios encontramos: reducción de las arrugas, reducción de los poros, estimulación del colágeno, hidratación profunda, tacto mucho más suave y por supuesto, la espectacular luminosidad que me ha traído a hablar de este tratamiento.
Vídeo. Los errores más comunes a la hora de utilizar retinol.
Ya para terminar, encontramos el paso cinco y el paso seis. Una terapia de luces LED que se aplica sobre la piel durante unos minutos y que se puede personalizar. En mi caso me combinan la luz roja, que es antiedad, favorece una mejor penetración del producto y estimula la producción de colágeno y elastina, y la luz azul, en mi caso, recomendada por la experta: «Te voy a poner la azul porque he visto que tienes varios granitos y esta luz mata las bacterias que causan el acné, reduce la inflamación y acelera la curación».
Tras 40 minutos de duración del tratamiento, terminamos con una hidratación profunda gracias a un compuesto de antioxidantes, péptidos y ácido hialurónico de bajo peso molecular. Una vez finalizado, la experta me muestra un tubo al que ha ido a parar un líquido turbio y amarillento que se corresponde con toda la suciedad y las impurezas recogidas de mi cara. Nunca había sentido tal sensación de limpieza en mi rostro.
Precio y sesiones recomendadas
Por no hablar, repito, de la luminosidad instantánea que se queda en la piel y que me hubiera gustado que fuese eterno. Pero no. Con una sesión se consigue un efecto flash que dura unas 24 horas y que puedes mantener con mucha hidratación un día o dos más. Para un tratamiento de choque y de renovación de la piel para mejorar líneas de expresión y falta de hidratación, se recomiendan tres sesiones. El precio es de 199 euros la sesión, en función de los boosters utilizados.
La recomendación de la experta para después: utilizar protección solar obligatoria ya que la piel puede estar ligeramente más sensible.
A favor
-La luminosidad instantánea sube el guapo a cualquiera. Todo rastro de cansacio desaparece. Lo que parece imposible se cumple.
– No es invasivo por lo que aprovechar ese efecto flash sin rojeces, ese aspecto irresistible y esa autoestima imparable son ideales para ese próximo evento especial. Tanto si te casas como si eres invitada o invitado.
-Es un tratamiento rápido. En menos de una hora estás lista.
-No es molesto ni duele y te llevas un dos por uno: una piel limpia y purificada por un lado, y por otro, cargada de activos que mejoran el proceso de renovación de la piel para suavizar arrugas, flacidez y manchas.
En contra
-Se echa de menos que el tratamiento también se realice en cuello y escote. Para estas zonas hay otros protocolos específicos.
– El precio es elevado, pero teniendo en cuenta lo completo que es y los buenos resultados, es para pensarlo. Aunque sea para la fecha más especial de tu calendario.
FUENTE: MujerHoy