Tanto la vitamina C como el retinol son los activos cosméticos clave para el cuidado de la piel, según los expertos. La primera es la reina de la luminosidad y el segundo el rey antiedad. Sin embargo, ¿es posible usarlos juntos o estos activos que funcionan genial por separado pueden formar un tándem no tan bueno para tu piel?
Mientras que los efectos de la vitamina C radican en mejorar la apariencia de la piel, el principal atractivo del retinol es su efecto casi milagroso asociado a la reducción de los signos de la edad en la piel. Pero esta no es la única diferencia que existe entre ellos. Es, precisamente, por esto por lo que existe tanto conflicto en el mundo cosmético sobre si son compatibles o no. Te explicamos todo sobre ellos y te enseñamos cómo utilizarlos.
La vitamina C reduce la opacidad, el tono desigual, las marcas de acné y proporcionan una luminosidad inigualable. Además, es capaz de disminuir el daño que los rayos solares producen sobre la piel, de prevenir la aparición de manchas solares y de proteger a la piel de los radicales libres de fuentes como la contaminación. Con su uso regular se obtienen resultados notables como una piel luminosa y las manchas oscuras se atenúan y disminuyen.
El retinol, por su parte, suaviza las líneas de expresión, aligera la hiperpigmentación e incluso puede puede curar el acné quístico. Los retinoides, que son derivados de la vitamina A, también, aumentan el recambio de las células de la piel y la producción de colágeno; por lo que son perfectos para disminuir y prevenir arrugas y falta de firmeza.
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Cómo usar correctamente el retinol y la vitamina C
Sabiendo esto, lo más lógico sería usar estos dos ingredientes en conjunto y así obtener resultados espectaculares en tu rostro en la mitad de tiempo. Pero la realidad es que tanto el retinol como la vitamina C tienen una acción exfoliante, por lo que si se usan uno encima del otro aumentarían la irritación y la sensibilidad de la piel.
Con todo esto, la conclusión parece clara: no es recomendable aplicar estos dos productos en capas, pero sí funcionan muy bien alternando su uso a lo largo del día.
La mejor opción es usar uno por la mañana y el otro por la noche. Elige la vitamina C para el día y no olvides de aplicar después un protector solar de índice elevado. Al anochecer, con la piel limpia, usa un retinoide que, como algunos de ellos se degradan con la luz solar, es preferible utilizarlos antes de ir a dormir en lugar de al despertar.
FUENTE: MujerHoy
