La alergia primaveral puede afectar a la piel y su principal consecuencia es la congestión. Por eso, para combatirla hay trucos para los ojos inflamados en primavera que acaban con las rojeces, los picores y esa sensación de hinchazón tan desagradable, a nivel físico y estético. Por si no fuera poco con las ojeras y tener que poner solución a las bolsas, ahora aparece esta molestia.
Pero, tranquila porque es fácil de evitar y con las técnicas adecuadas, minimizarás mucho los efectos de la irritación y esa inflamación. Así que, hemos hablado con los expertos para poder saber qué hacer ante este problema y cómo tratarlo de manera efectiva. Y, estos son los trucos para combatir los ojos inflamados de la primavera que nos han desvelado.
Causas
Los ojos hinchados pueden deberse a multitud de factores. El estrés, la falta de sueño, el abuso de horas mirando a las pantallas y la contaminación pueden dar origen a esta molestia. Pero, durante la primavera, el problema se agudiza aún más experimentando además rojeces, irritación o picor por motivos de alergia estacional.
Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición, aclara en primera instancia que «si se experimenta inflamación ocular u otros síntomas molestos durante la primavera, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado».
Mujer con molestias por ojos inflamados / CANVAS
Por eso, es importante seguir un tratamiento médico recomendado por un profesional que nos ayuda a bajar la inflamación a reducir la picazón de la zona, en pro de que mantengamos una buena salud ocular. Aunque, siempre hay medidas preventivas o prácticas que, acompañadas de las indicaciones del doctor, pueden ser de ayuda.
Pero, de forma más extensa y explicativa, la farmacéutica Belén Acero nos explica la gran mayoría de las causas que pueden tener los ojos inflamados en primavera, las cuales son, en primer lugar, las alergias estacionales. «La primavera es conocida por la alta concentración de polen en el aire, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas. Cuando el polen entra en contacto con los ojos, puede causar inflamación, enrojecimiento, picazón y lagrimeo».
La experta también destaca la conjuntivitis alérgica. «Esta es una reacción alérgica que afecta la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior del párpado (conjuntiva). Los síntomas incluyen ojos rojos, inflamados y con picazón, así como secreción acuosa».
Y, otras causas que apunta la farmacéutica son los contaminantes ambientales como el polvo, el humo, los productos químicos agrícolas y la contaminación del aire. También los cambios repentinos en las condiciones climáticas durante la primavera, como el viento fuerte, la sequedad del aire o la exposición al sol intenso, pueden irritar los ojos y provocar inflamación.
Y, por último, Belén Acero indica que pueden debers al Síndrome del ojo seco (al ser una temporada con mayor humedad, el polen y otros alérgenos pueden desencadenarlo especialmente personas que pasan mucho tiempo al aire libre). O, en casos menos comunes, infecciones oculares como la blefaritis (inflamación de los párpados), la queratitis (inflamación de la córnea) o la dacriocistitis (inflamación del conducto lagrimal) pueden ocurrir durante la primavera y causar inflamación en los ojos, explica la especialista.
Mejores trucos para reducir los ojos inflamados en primavera
Medidas preventivas
En caso de alergia, algunos de los consejos que podemos seguir para evitar sus efectos secundarios en los ojos son, por ejemplo, Belén Acero recomienda no practicar actividades al aire libre en determinadas horas. «Intenta evitar hacer actividades al aire libre durante las horas del día en que los niveles de polen son más altos, que suelen ser temprano en la mañana y al final de la tarde. Si es posible, planifica tus actividades al aire libre para momentos en que los niveles de polen sean más bajos», explica la experta.
Mujer examinando sus ojos / PEXELS
El uso de gafas de sol cuando tenemos que hacer nuestra rutina diaria también es muy aconsejable. La farmacéutica Belén Acero explica que: «Utilizar gafas de sol con protección UV puede ayudar a proteger los ojos del polen, los rayos UV y otros irritantes presentes en el aire durante la primavera». Y, recomienda optar por gafas que cubran los ojos completamente y que tengan lentes polarizadas para una mayor protección.
Además, otro punto importante que ayudará a reducir el problema, según indica la farmacéutica es « mantener las ventanas cerradas en casa y en el automóvil puede ayudar a reducir la exposición al polen y otros alérgenos presentes en el aire. Si necesitas ventilar la casa, considera evitar hacerlo temprano en la mañana o por la noche, cuando los niveles de polen son generalmente más bajos«.
Por supuesto, otro consejo importante será la adecuada higiene. La experta aconseja «lavar los ojos con agua fría varias veces al día puede ayudar a aliviar la irritación y eliminar el polen u otros irritantes que puedan estar presentes en los ojos». Por tanto, una doble limpieza de la cara puede ser de mucha ayuda y siempre echando a lavar la toalla o usando un paño limpio.
Y, también comenta la farmacéutica la importancia de evitar frotarte los ojos. «Frotarse los ojos puede empeorar la inflamación y la irritación. Intenta resistir la tentación de frotarte los ojos y, en su lugar, utiliza métodos más suaves para aliviar la molestia».
Gotas lubricantes
Si tienes los ojos inflamados e irritados, las lágrimas artificiales son uno de los mejores tratamientos. «Las lágrimas artificiales pueden ayudar a aliviar la sequedad y la irritación en los ojos inflamados. Estas gotas pueden humedecer y lubricar los ojos, proporcionando alivio temporal de la irritación causada por alérgenos y otros irritantes», indica Belén Acero. Además, son toleradas incluso hasta con mucha sensibilidad.
Gotas específicas para la inflamación ocular
Según recomienda la farmacéutica Belén Acero, la mejor opción es recurrir a unas gotas que tengan compuestos específicos para ayudarnos a paliar estos síntomas. «Existen, por ejemplo, unas gotas con ácido hialurónico que lubricará el ojo y disminuirá la sensación de sequedad y tirantez y ectoína, que es antiinflamatorio y además creará una película en el ojo que evitará que se peguen más alergenos. La combinación de estos dos ingredientes nos va a aliviar mucho la sensación de picor, irritación y molestia», cuenta la especialista.
Efecto frío
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La aplicación de frío en el área del contorno también es un método super recomendado para reducir la hinchazón y aportar un efecto de alivio a los ojos. «Aplicar compresas frías sobre los ojos cerrados puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación. Puedes utilizar paños limpios empapados en agua fría o bolsas de gel frío que se pueden encontrar en las farmacias», indica la farmacéutica.
Puedes utilizar un antifaz de gel metido en la nevera o el congelador durante 20 minutos, cucharas o globos metálicos realizando un masaje que además ayudará a mejorar la circulación, compresas o gasas frías, parches de ojos refrescantes, etc.
Manzanilla, el truco de las abuelas
Los remedios de toda la vida también pueden ser muy efectivos si quieres calmar la inflamación y las molestias de los ojos. Lo más aconsejado es el uso de bolsitas de té o manzanilla. «La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes que pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar la irritación ocular. Puedes hacer bolsitas de té de manzanilla, dejarlas enfriar en el frigorífico y luego colocarlas sobre los ojos cerrados durante unos minutos para obtener alivio», aclara la experta.
Contornos de ojos calmantes
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Tras haber realizado una buena limpieza de piel y retirado cualquier suciedad o residuo incrustado, podemos aplicar un contorno de ojos en gel o con textura refrescante y ligera que ofrezca sensación de alivia. Además, si tienen aplicador metálico o roll-on mucho mejor. Y, los hay hasta con efecto frío. Pero, lo que debes buscar en ellos es que contengan activos calmantes como el aloe vera, la centella asiática, bisabolol, alantoína, niacinamida, cúrcuma, té verde, pantenol, caléndula o avena.
FUENTE: MujerHoy
