En muchas ocasiones, la personalidad de nuestro pequeño puede hacer que la maternidad y la paternidad se vuelvan caminos difíciles de transitar. Sin embargo, a pesar de los obstáculos que pueden aparecer debido a que tu hijo se enoja por todo, existen algunos consejos que serán de gran ayuda para acompañarlo y corregir sus actitudes desde el amor, el respeto y el diálogo.

Se suele creer que los niños que se enojan con facilidad simplemente son pequeños caprichosos que quieren llamar la atención y conseguir lo que desean a todo costo. Pero la verdad es que se trata de hijos que necesitan del acompañamiento de sus padres para aprender a controlar su alta sensibilidad. Una característica que los hace más susceptibles a múltiples situaciones y que requiere del fomento de la inteligencia emocional para que no desborden sus sentimientos de manera inadecuada.

8 consejos para emplear cuando tu hijo se enoja por todo

Existen algunos pequeños que desde su primera infancia demuestran que son más sensibles que los demás compañeros de su edad. Niños que explotan ante la más mínima circunstancia y necesitan de una guía para que los ayude a controlar el cúmulo de emociones que se represa en su interior. Debido a que, de lo contrario, esa actitud solo los terminará lastimando a ellos y a los demás.

Estas son algunas recomendaciones cuando tu hijo se enoja por todo.

1. Bríndale tu amor y tu apoyo

Los episodios de enojo en los niños son normales en su proceso de adquirir poco a poco más inteligencia emocional. No obstante, lo que sí puede ser muy agotador es cuando los pequeños explotan por el más mínimo suceso y hieren a su paso sus propios sentimientos y los de quienes los rodean.

Mamá e hija hablan con calma
En lugar de reaccionar con frustración o rabia, habla con tus hijos de manera cercana para comprender sus comportamientos.

Debido a lo anterior, a pesar de que en ocasiones es inevitable que se enojen, cuando sucedan esos episodios, bríndales un ambiente emocional de seguridad y de confianza. Si te lo permiten, abrázalos con amor y demuéstrales tu apoyo. De manera que puedan calmarse y tener una conversación sobre cómo se están sintiendo y lo que pueden hacer para mejorar.

2. Míralo a los ojos y ponte a su misma altura

Antes de decirle cualquier cosa a tu pequeño luego de un episodio de enojo, es muy importante que te pongas a su misma altura y lo mires con empatía a los ojos. Esta simple acción se conoce como “escucha activa” y permite que te acerques de una manera respetuosa y cercana. Demostrándole que te encuentras abierta a la comunicación para saber qué es lo que le enoja.

3. Dale tiempo para que se calme

Las pataletas y ataques de enojo son muy estresantes tanto para los niños como para sus padres. Por tal motivo, antes de hablar con ellos, permite que se tomen el tiempo que necesitan para que se calmen por completo.

No se trata de dejar pasar las cosas y olvidarlas en el pasado. Sino de darles el espacio a los niños para que salgan de la tensión del momento y puedan comprender la situación desde otro punto de vista. Así que tómate tu tiempo para reflexionar desde la calma.

4. Valida las emociones que está experimentando

Al momento de tener una conversación con tu hijo sobre los ataques de enojo que pueda llegar a sentir, procura primero validar sus emociones y empatizar con sus sentimientos. En consecuencia, antes de apresurarte a regañarlo por sus actitudes, mejor escúchalo con paciencia y demuéstrale con tus gestos y con tus palabras que comprendes por lo que está pasando.

De esta forma, será más probable que tu pequeño te escuche de manera objetiva, al ser consciente de que conectamos con sus necesidades y nos preocupamos por su bienestar.

5. Enséñale cómo respirar para que se calme

Al momento de enfrentar un momento de tensión cuando tu hijo se enoja por todo, las técnicas de respiración son grandes aliadas para ayudar a devolverle la calma a tu pequeño. Por lo que cuando notes que tu niño está a punto de explotar, acompáñalo a un sitio apartado y enséñale cómo respirar para que no se deje llevar por sus emociones.

Mamá e hija practicando técnicas de respiración
Las técnicas de respiración y de relajación son herramientas muy útiles para ayudar a los niños a conservar la calma en momentos de tensión.

La técnica 5-2-6 es una gran herramienta de la que ambos pueden sacar partido cuando el enojo se asoma por la puerta. Consiste en respirar profundo durante 5 segundos, mantener el aire 2 segundos y, finalmente, soltarlo todo contando hasta 6. Enseñar este simple ejercicio puede hacer una gran diferencia cuando tus hijos se encuentren solos y deban controlar sus emociones.

6. Ayúdalo a ponerle palabras a sus emociones

Los niños no vienen a este mundo con un manual de instrucciones que les explique cómo identificar sus emociones y controlarlas cuando se equivocan. Por lo que, cuando tu pequeño tenga un ataque de rabia, pataleta o crisis de ansiedad, permite que se calme por completo antes de tener un diálogo mediado por la empatía, el amor y el respeto.

Dependiendo de la edad, ayuda a tu hijo a identificar qué fue lo que lo hizo reaccionar de determinada manera y cuál fue la emoción que se desbordó en su interior. Cuando son muy pequeños, comienza con emociones básicas como la tristeza, la felicidad y el enojo y, a medida que vayan creciendo, explícales sobre otras más complejas, como la decepción, la frustración y el desagrado.

7. Sé claro con tu pequeño

En muchas ocasiones los niños tienen ataques de enojo impredecibles, porque nosotros como padres cambiamos los planes que teníamos con ellos de un segundo a otro. Esto les genera inseguridad y hace que reaccionen de manera explosiva.

Para evitar esas situaciones, sé claro con tu hijo sobre las cosas que realizarán en el día a día y procura mantener tu palabra. Recuerda que las sorpresas pueden desencadenar crisis en niños altamente sensibles. Por lo que, si existe un cambio de planes, explícaselos con amabilidad para que comprendan la situación.

8. Encuentra una distracción efectiva

Cuando notas que tu hijo está a punto de tener un ataque de enojo, emplea técnicas o dinámicas que sirvan como distracción para que retome la calma. Desde ataques de besos y abrazos, hasta cantar su canción favorita o practicar técnicas de respiración.

Así, tu pequeño podrá sentirse tranquilo de poder hablar con sus padres sobre lo que estaba sintiendo para aprender a controlarlo de manera inteligente.

Sigue estos consejos cuando tu hijo se enoja por todo

Los niños altamente sensibles pueden sentirse amenazados por múltiples situaciones que hacen que se sientan inseguros y exploten en ataques de rabia. Sin embargo, aunque ellos no tienen la culpa de su naturaleza, es importante corregirlos y guiarlos desde el respeto y la empatía para que aprendan de inteligencia emocional.

Por consiguiente, si tu hijo se enoja por todo, sigue los anteriores consejos y bríndale todo tu amor y apoyo incondicional para que pueda mejorar como persona.

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FUENTE: MujerHoy